El Chosco

Gastronomía de Asturias
Cocina de Paisaje
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Con la llegada de los primeros fríos invernales, en las tierras del interior del occidente asturiano, se preparan para la elaboración del chosco, el embutido más típico de estas zonas.

El proceso comienza adobando la carne de cerdo con pimentón dulce y picante, ajo, perejil y sal dejándo reposar varios días para que la fusión de todos estos ingredientes culmine.

Posteriormente se introduce en la tripa, que una vez rellena, se somete a un proceso de ahumado en hogueras realizadas con madera de roble y en este estado, siempre bajo atenta mirada, se mantiene unas tres semanas obteniendo así una curación rápida y un sabor característico.

El chosco se elabora principalmente en el municipio de Tineo, pero también en los de Cangas del Narcea, Allande, Belmonte de Miranda, Salas, Somiedo, Valdés y Villayón.

Se puede consumir directamente en rodajas, hervido o —quizás lo más frecuente— cocido dentro de un potaje como compango. En la actualidad aún se sigue elaborando artesanalmente en caserías para consumo familiar, pero existen distintas industrias chacineras que soportan el grueso de la producción, cercana a las 100 toneladas anuales.

En 2006 el chosco pasó a ser el primer embutido asturiano que obtuvo una Indicación Geográfica Protegida (IGP), reconocida por la Unión Europea. Desde hace poco más de cuatro años la localidad de Tineo celebra cada verano un festival del chosco en el campo de San Roque.