Conjunto Histórico de la villa de Castropol

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Datos básicos

Clasificación: Patrimonio cultural

Clase: Patrimonio civil

Tipo: Cascos históricos

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Castropol

Parroquia: Castropol

Entidad: Castropol

Comarca: Comarca de Oscos-Eo

Zona: Occidente de Asturias

Situación: Costa de Asturias

Código postal: 33760

Cómo llegar: Conjunto Histórico de la villa de Castropol

Dirección digital: 8CMJGXH9+3R

 

Conjunto Histórico de la villa de Castropol

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Descripción:

La villa de Castropol, capital del concejo o municipio asturiano del mismo nombre, se ha ido configurando a lo largo de la historia como un núcleo que ejemplifica perfectamente la adaptación de las personas al terreno sobre el que se asientan, por muy irregular que éste sea. También nos muestra esta villa ejemplos destacados de los distintos estilos artísticos que se han venido sucediendo en Asturias a lo largo de los tiempos, sobre todo desde el siglo XVI a la actualidad (tras el grave incendio que sufrió en 1587). Así, estilos como el barroco, el modernismo, el eclecticismo, el racionalismo o el regionalismo montañés alcanzan en Castropol altas cotas de perfección, en edificios tales como los Palacios del Marqués de Santa Cruz de Marcenado, del Valledor o el de las Cuatro Torres, la iglesia de Santiago Apóstol, Villa Rosita, el Casino, o el propio Ayuntamiento. También la arquitectura popular asturiana encuentra aquí acomodo, materializándose en ejemplos tan interesantes como Casa Ovidio o Casa Murias.

El trazado actual de Castropol refleja con bastante exactitud la evolución urbana de la villa, siendo especialmente importante la huella dejada por los ensanches de los siglos XIX y XX, que alteraron de forma significativa la disposición previa del caserío.

DESCRIPCIÓN. DATOS HISTÓRICO-ARTÍSTICOS

Sobre un promontorio de reducidas dimensiones, y conformando una pequeña península que avanza hacia el Norte dominando la desembocadura del río Eo, se asienta la actual villa de Castropol como resultado de sucesivas expansiones a lo largo de su historia. Expansiones que, en su devenir, se caracterizan por una espontánea y afortunada adaptación al propio marco geográfico que la acoge y por la gran armonía en la que conviven elementos de diferentes épocas y estilos con los propios de la arquitectura popular, haciendo del enclave un conjunto de gran belleza.

La villa de Castropol apenas conserva testimonios arquitectónicos anteriores al siglo XVI, debido al incendio sufrido durante la noche del 28 de septiembre de 1587; presenta en cambio una amplia muestra de la arquitectura posterior, especialmente de los siglos XVIII y XIX, con construcciones propias de la arquitectura popular, que es la predominante, especialmente en las zonas más antiguas de la villa.

Se trata de edificaciones normalmente de reducidas dimensiones, en las que no es infrecuente encontrar en sus fachadas piedras armeras correspondientes a las familias nobles afincadas de antiguo en la villa. Asimismo, la presencia de remozadas casas solariegas es, con frecuencia, el resultado de reedificaciones barroquizantes realizadas a partir del siglo XVIII, que se encuentran dispersas por diversos lugares. Tanto estas construcciones como las de los siglos XIX y XX, que son prácticamente la mayoría, responden a unos criterios de austeridad propios de una economía no muy dinámica, con el empleo generalizado de materiales propios de la zona, como son las lajas de pizarra.

El empleo de otros materiales constructivos, como los sillares de piedra, se limita fundamentalmente a dinteles, esquinales, recercos y, en muy pocos casos, a zócalos, no faltando ejemplos más recientes en los que el empleo de materiales cerámicos ha sustituido en los cerramientos al tradicional revoco.

A partir de 1854, año en que fue gobernador de Asturias don Manuel Vior, Castropol comenzó a extenderse mediante unos planes de ensanche que afectaron fundamentalmente a la calle de la Fuente y a la que conduce al muelle, ejecutándose en ésta una dura reforma. No obstante, el verdadero ensanche correspondió a la denominada Calle Nueva, que se origina a partir de una apertura realizada por D. Ramón de Cancio y la Vega con el objeto de parcelar sus tierras para solares.

Todas estas actuaciones, que no parecen responder a un plan urbanístico muy meditado, dieron lugar a la creación de nuevos espacios urbanos, como el parque de Vicente Loriente (castropolense emigrado a Cuba que, a su regreso a la villa, promovió bastantes actuaciones, como es el caso de este parque que lleva su nombre y que fue inaugurado en 1911, o también del edificio Villamil, obra realizada por Folgueras, o las mejoras introducidas en el palacio del Marqués de Santa Cruz, adquirido por Loriente en el año 1896).

Tanto el parque como los edificios que lo circundan forman un conjunto de carácter modernista del que parte la Calle Nueva, resultado del ensanche.

Con estas intervenciones urbanísticas, la villa fue cambiando paulatinamente de aspecto, hasta llegar a su actual estado; así, en el año 1867 se construyeron las aceras, hasta entonces inexistentes, al tiempo que se procedió a la instalación del alumbrado público.

Un segundo ensanche se produjo a partir del año 1882, mediante la construcción de la nueva alameda, así como del tramo que une Armián con la zona de San Roque.

En estas zonas de ensanche se inició una actividad constructiva que ocupó los últimos años del siglo XIX y comienzos del XX, levantándose edificios de muy diversas adscripciones estilísticas. Así, por ejemplo, encontramos, compartiendo espacios inmediatos, edificios modernistas y eclécticos; edificios racionalistas y de tradición montañesa. Estas construcciones, que se iniciaron durante la segunda mitad del siglo XIX, con un carácter marcadamente urbano y con un predominio de las alineaciones cerradas, convivirán a su vez con viviendas unifamiliares, tipo chalet, que se implantarán principalmente a partir del siglo actual.

Todas estas actuaciones no fueron ajenas a intereses especulativos que dieron lugar a la desaparición de importantes edificaciones, algunas de las cuales ya habían sido derribadas con anterioridad a los propios ensanches, cual es el caso de los restos del Castillo Fiel, cuyo derribo ya se efectuó en 1840, construyéndose sobre su solar el actual edificio municipal y la escuela.

Respecto a los viales, éstos son el resultado de las sucesivas adaptaciones de la villa sobre un medio físico muy irregular, que da lugar a una red viaria bastante sinuosa y de acusadas pendientes, especialmente en la parte más antigua de la villa, donde ofrecen rincones y pequeñas plazas de un gran valor ambiental, enmarcadas por edificaciones normalmente compuestas de planta baja y uno o dos pisos, que abren en la calle huecos verticales y adintelados que se cierran mediante carpinterías y contrabalcones a paño con la línea de fachada.

Estas carpinterías, pintadas exteriormente, presentan valores cromáticos muy diversos, siendo las gamas más frecuentes el verde, el gris, el blanco y el sepia, en sus diversas tonalidades.

Estas edificaciones, generalmente revocadas de blanco y con cubiertas de pizarra a dos y cuatro aguas, suelen presentar algunos variados ejemplos de miradores y corredores cerrados, así como balcones corridos, tanto en madera como en hierro, implantados principalmente desde finales del pasado siglo.

En este conjunto urbano coexisten en proximidad, como ya se ha apuntado, edificios barrocos del siglo XVIII, como el citado del Marqués de Santa Cruz de Marcenado, ubicado en la calle Vicente Loriente, o el Palacio de Valledor, sito en la calle Acevedo, o el magnífico edificio de Villa Rosita, emplazado en la Calle del Campo, con fachadas a la calle Acevedo y a la Plaza del Cruzadero. También la arquitectura más reciente, como la ecléctica, la modernista o la popular y regionalista se encuentran avencindadas con construcciones como la de la capilla de Santa María del Campo, fundada en 1461 por Diego García de Moldes.

BIEN DE INTERÉS CULTURAL

 

Por Decreto 45/2004, de 20 de mayo (publicado en el Boletín Oficial del Principado de Asturias, BOPA, de 4 de junio de 2004), el Consejo de Gobierno del Principado declaró Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento, al Conjunto Histórico de la Villa de Castropol.

BIBLIOGRAFÍA

Camino Mayor, Jorge; Viniegra Pacheco, Yolanda, Carta arqueológica de Castropol, Oviedo, 1991.

González, J. M., «Un ejemplo típico de arquitectura urbana típica del occidente asturiano», Arquitectura, n.º 8, Madrid, 1967.

Loriente Cancio, V.; Voz «Castropol», en VV.AA., Gran Enciclopedia Asturiana, Silverio Cañada Editor, Gijón.

Luanco, José Ramón, «Castropol», en Bellmunt, Octavio; Canella, Fermín, Asturias.

Madoz, Pascual, Diccionario geográfico histórico-estadístico de España y sus posesiones de Ultramar, Edición facsimilar de Asturias, Valladolid, 1985.

Murcia, Emilio, Las villas costeras en el sistema urbano asturiano, Gijón, 1981.

Ruiz de la Peña Solar, Juan I., Las polas asturianas en la Edad Media, Oviedo, 1981.

VV. AA., Guía de Asturias: Asturias 92, Oviedo 1992.

Fuente: BOPA - EuroWeb Media, SL

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